domingo, 31 de julio de 2011

Niños feroces (en septiembre)





Voy a cerrar la tienda durante el mes de agosto (bueno, más o menos: del todo nunca puede cerrarla un sufrido autónomo que sólo tiene lo que trabaja). Pero, antes de hacerlo, quería dejaros, un poco ampliada, la noticia para la vuelta de las vacaciones.

Es el libro cuya portada veis arriba, y cuyo texto de cubierta os adelanto:

Lázaro es un joven aprendiz de escritor que, en opinión de su maestro, es incapaz de escribir historias largas, a pesar de su talento, porque pertenece a la generación de lo fragmentario, del post bloguero, el mensaje de Facebook o Twitter y el vídeo de YouTube. Para Lázaro, el problema estriba en que no tiene argumentos, en que le falta una historia que contar.

Su maestro le regala la de Jorge, un joven madrileño, como él, que setenta años atrás, el 13 de julio de 1941, salió con la primera expedición de la División Azul. Una peripecia pasmosa que le llevó a la batalla de Krasny Bor, en el frente de Leningrado, y después, en 1945, a defender Berlín con el uniforme de las Waffen-SS.

Acompañado por las lecturas de Walter Benjamin, Jorge Semprún o Günter Grass, Lázaro escribe un relato vibrante que, enhebrando estampas del hoy, desde las guerras de Irak y Afganistán al 15-M, recorre los escenarios de una Europa en guerra, e, hijo de su tiempo, comprende que con esa suma de fragmentos, escenas, lugares e historias ha construido, finalmente, una novela.


¿Qué puedo añadir? Pues, aparte de que es fruto del trabajo de tres años (nada nuevo, ni raro, los libros no suelen necesitar menos, aunque sea más rápida su redacción material), que recorre un arco temporal de 75 años, desde julio de 1936 hasta junio de 2011. Empieza en Getafe, un día crucial en la historia de la ciudad (el 20 de aquel julio infausto), y termina en la Puerta del Sol, la víspera del levantamiento de la acampada de los indignados del 15-M (es decir, el 11-6-11). Nada de esto es casual, como ninguna otra cosa en la novela, que es además la más viajera de las mías. Sus protagonistas atraviesan Francia (varias veces) viajan hasta Rusia, convalecen en Riga, se entrenan en Baviera, Versalles, el Tirol, Prusia Oriental y Potsdam y pelean en Leningrado, los Cárpatos, Pomerania y, por último, Berlín, en la aciaga primavera de 1945, cuando a Alemania ya casi no le quedaban hombres y los niños cazaban tanques rusos metiéndose literalmente debajo de sus cadenas.




Me interesa especialmente recalcar que nada de lo dicho pertenece a ese género bastardo que podríamos llamar "Fantastoria", es decir, utilizar la Historia para colgarle patrañas más o menos improbables. Todo está documentado y obedece a hechos realmente sucedidos, por extraños que puedan parecer (como lo es, por ejemplo, la peripecia de esos SS españoles defendiendo a un Hitler al que ya habían traicionado, no sólo su antiguo patrocinado Franco, sino incluso sus más leales, como Göring o Himmler).




Pero por encima de todo, y para eso está el narrador, un joven madrileño de hoy que indaga la historia y trata de restituirla a través de su relato, la novela es un homenaje a la literatura y al pensamiento y a quienes los hacen posibles y los engrandecen. Muchos salen en el libro, de uno u otro modo: Benjamin, Proust, Kafka, Sabato, Semprún, Haffner, Grass...

En la novela hay combates y amores desesperados, viles traiciones y lealtades a prueba de bomba, mezquindades sórdidas y sacrificios casi inimaginables, vengadores inflexibles pero también un espacio para la piedad. Y como síntesis, una amarga reflexión: lamentablemente, no estamos hablando de vergüenzas pretéritas. Los jóvenes y los niños (de ambos sexos) siguen malográndose en guerras decididas por hombres (y mujeres) que no tendrían agallas para ir a pelear en ellas. Por eso en la novela, en la que todo el tiempo conviven pasado y presente, hay alguna que otra excursión a Irak y a Afganistán, dos guerras donde también, aunque su presencia en ellas sea tan exótica como la de aquellos SS españoles entre las ruinas berlinesas, luchan y mueren soldados con la bandera rojigualda cosida al hombro.




Os dejo la cita que abre el libro, de otro literato (y antes soldado) al que también rinde homenaje:

La guerra debería ser un deporte reservado únicamente a los hombres de más de cuarenta y cinco años, a los Josés y no a los Davides. Sí, querido papá, ¡qué orgulloso me siento de que sirvas a tu país como un valiente caballero dispuesto a realizar el sacrificio supremo! ¡Cómo desearía poder tener tu edad: con qué placer me pondría mi armadura y me lanzaría a combatir contra aquellos nombrables filisteos!

(Robert Graves, en Adiós a todo eso.)

Buen agosto a todos, nos vemos en septiembre. Con el libro, el 20.

Abrazos.

viernes, 29 de julio de 2011

Normandía (sin palabras)




Trigo



Utah Beach



Omaha Beach



L'Océan (desde Omaha Beach)



Carentan



Deutscher Soldatenfriedhof Mont de Huisnes
(12.000 seres humanos sacrificados)



L'Infini



Abrazos.


miércoles, 20 de julio de 2011

La strategia dell'acqua





La editorial italiana Guanda, muy activa y de referencia en el giallo (o amarillo, que es como se llama al género negro en italiano), ha publicado recientemente la traducción de La estrategia del agua. De que Bevilacqua suene en la lengua de sus antepasados (lo que a ambos nos place, y cuánto) se ha encargado Silvia Sichel, como en ocasiones anteriores (también es pertinente recordarlo) se ocupó Roberta Bovaia (en concreto, en Il alchimista impaziente, La nebbia e la fanciulla y La regina senza specchio, supongo que no hace falta traducir cuál es cuál).

El libro ha tenido muy buena recepción, que es lo que se trata de agradecer con esta entrada. Podéis ver el recorrido por el Madrid de Bevilacqua (y de los indignados, que ahí estaban cuando se hizo el reportaje) a cargo del periodista de La Repubblica Massimo Calandri y la cálida reseña que ha hecho de la novela el crítico del prestigioso Il Sole 24 Ore, Bruno Arpaia.

Para un italianófilo impenitente como un servidor, toda una recompensa. Este año, además, celebraremos la pasión italiana en Getafe Negro, trayendo a algunos de los más interesantes cultivadores del giallo.

Abrazos.

sábado, 9 de julio de 2011

¿Estilo?





Lo que veis arriba es una captura de un lugar que se llama "ePUB" y que se subtitula "eBooks con estilo". Se han molestado en reservar un dominio y todo, http://epubgratis.es y pagarlo, naturalmente, porque si no, no dispondrían de él. Ofrece, o va a ofrecer, no se sabe bien, un libro de este servidor sin ningún derecho y sin haber pedido permiso a su legítimo titular.

El libro en cuestión está disponible, en copia autorizada, legítima y revisada por el autor, a 3,79 euros. Entre otros muchos sitios, aquí.

Y me pregunto. ¿Esto es lo que hoy se entiende por estilo? A los clientes de ePUB, sólo les pido que hagan un sencillo ejercicio. Si les interesa leer este libro y no tienen 3,79 euros, bájenselo. Si les interesa leer este libro y tienen 3,79 euros, reflexionen por un instante sobre lo que representa la noción de estilo según su conciencia. Y hagan lo que crean oportuno.

Confío en que no todos decidan alimentar el negocio de ePUB, sea cual sea. A ver si esto empieza a parecer un país coherente con sus proclamas, o si la indignación no es más, para algunos, que una manera de embozar su capricho. De qué sirve reclamar cambios si a quienes los afrontan y asumen el coste de hacerlos se les desprecia de esta forma.

Abrazos.


Postdata del 11/7/11: Pido leer primero, creo que merece la pena, los comentarios suscitados por este post. Y he aquí mi recapitulación sobre ellos:


Gracias a todos, esté de acuerdo o no con vosotros (y con algunos, desde luego, estoy muy en desacuerdo) por vuestra contribución a este debate. Era lo que pretendía el post, mover a la reflexión y a pronunciarse. Y me alegra ver que los pronunciamientos son diversos, incluso entre los que a priori estarían en el mismo lado. Así es como progresa el conocimiento. Confrontando y cuestionando.

Una aclaración: no he de disculparme porque, al contrario de lo que se ha hecho conmigo, yo no he calificado (y por tanto no he descalificado) a ninguna persona. Sólo he señalado conductas, y en algún caso las he analizado y he manifestado mi desacuerdo con ellas.

Por ejemplo, que se imponga a alguien una acción o un determinado foro para pronunciarse, cuando no es uno el que ha empezado el conflicto (la portada de mi libro salió en epubsgratis antes de que epubsgratis saliera aquí).

O que en lugar de crear algo propio uno decida comparecer ante los demás llevando bajo el brazo lo creado por otro y sin pedirle permiso: acto para el que el uso del verbo parasitar no es más que objetivamente descriptivo. Acción de apoderarse de algo de otro al margen de su voluntad (si hubiera consentimiento y reciprocidad ya no sería sería un acto parasitario, sino simbiótico).

O que se exija a alguien estar agradecido porque se le haga publicidad contra su voluntad y de un modo que estima pernicioso para sus intereses (con todos mis respetos para Darkwood, que bien puede ser una persona excelente, este razonamiento me sigue pareciendo altamente extravagante).

Como veis, conductas, descripciones y discrepancias razonadas sobre ellas. Ni una sola descalificación personal. Soy muy poco agresivo, incluso cuando se me agrede, como puede observarse en algunos de los comentarios a este post y en otros que hay en el foro de epubsgratis.

Allí se me achaca prepotencia, por ejemplo, algo en lo que tampoco me parece que me distinga (y conozco a algún creador realmente prepotente, que nunca bajaría a estas arenas). Otra cosa es que si uno comete una falta gramatical en un debate en el que se recurre a la mordacidad, señalarla sea un arma dialéctica admisible: para mí lo es, el desaliño gramatical es una muestra del desaliño del razonamiento.

Alguno me dice que es ahora cuando digo que no tengo inconveniente en que me piratee quien no tenga recursos. Relea por favor el post:

"Si les interesa leer este libro y no tienen 3,79 euros, bájenselo."

Ahí está la frase desde antes de la bronca. Pero claro, para encontrarla hay que leer lo que dice el de enfrente, y no sólo lo que escribe uno.

Por otra parte alguien ironiza con que en las bibliotecas públicas no te piden la nómina. Claro que te la piden, indirectamente. Sólo tienen dos ejemplares de ese libro que todos quieren leer, por lo que hay que hacer cola, a veces durante meses. El que quiere leer un libro y tiene buena nómina, no hace cola para leerlo de la biblioteca. Lo compra.

Una cuestión legal: nadie haga afirmaciones taxativas sobre lo que es legal o ilegal en España. Las sentencias que se invocan son de tribunales inferiores y en asuntos penales. Eso no sienta jurisprudencia, desde luego no lo hace en el propio ámbito penal, pero menos aún en el civil. Si la copia difundida a través de Internet es lícita o ilícita lo establecerá, en su día, la sala 1ª del Tribunal Supremo, que es el único que fija jurisprudencia civil en nuestro derecho (y que me disculpen, pero me pasé cinco años en la facultad y 10 ejerciendo la abogacía, así que de esto sé más que algunos). Hasta entonces, todo son interpretaciones. Y sinceramente, si alguien le plantea el asunto en condiciones, me cuesta imaginar que el Tribunal Supremo sentencie que es privada una copia que se difunde a través de un medio público universal como es Internet. Ya lo veremos.

Lo del ánimo de lucro va por otro lado: es para decidir si hay delito o no, y como en el ámbito penal los jueces son restrictivos, lo están siendo al exigir un lucro dinerario directo (lo que es discutible, hay más formas de lucro que el lucro dinerario, y el lucro en especie no deja de serlo). Pero que algo no sea delito no quiere decir que sea legal. O que no genere responsabilidad (civil, es decir, patrimonial). Otra cosa es que ésta se exija. Pero puede empezar a exigirse en cualquier momento. Alguien hará de conejillo de Indias, y como no me parecen los peores, espero que no sean los administradores de epubsgratis.

Pero en fin, seamos positivos. Espero que con esta confrontación de argumentos alguien se haya tomado un rato para pensar. Celebro poder decir que una maquetadora de epubsgratis lo ha hecho y se me ha dirigido para ofrecerse a maquetar textos de los que desde hace 10 años comparto voluntaria y gratuitamente. Dice que esos son los únicos míos que piensa maquetar. Y por supuesto, voy a autorizarla. Será lo siguiente que haga tras terminar de escribir esta recapitulación.

Salud a todos.